
El día que una IA le hizo sombra al comercial de siempre
Durante años, el proceso de venta en el sector ha sido un ritual: ferias, cafés en fábrica, catálogos impresos que pesan lo mismo que una cadena de montaje, y muchas horas al teléfono. En ese ecosistema, el comercial era el héroe: conocía el producto, hablaba el idioma del cliente, sabía cuándo insistir y cuándo no.
Pero un día llegó alguien (o algo) que no pedía vacaciones, no necesitaba dietas y trabajaba 24/7 sin pestañear. Una IA, un bot.
Spoiler: no vino a sustituir al comercial, pero sí a ayudarle con su inercia.
¿Por qué hablamos de esto en Ready?
Porque cada vez más empresas industriales nos preguntan lo mismo:
¿Puede ayudar la IA en el proceso de ventas?
Y lo que respondemos siempre es esto: la IA no vende por ti, pero prepara muy bien el terreno. Y eso, en un entorno B2B donde las decisiones se alargan durante meses, puede suponer la diferencia entre entrar en la terna de opciones… o ser ignorado desde el principio.
El comercial y el chatbot entran en una feria…
Parece un chiste pero esta situación se da.
Tu comercial está en una feria, con 8 horas de pie, repartiendo tarjetas y sonrisas. Mientras tanto, en tu web, un chatbot entrenado responde a un visitante que llegó por una búsqueda en Google como:
“horno industrial para pan precocido con cinta refractaria”.
Ese chatbot no es un sustituto. Es una extensión del comercial. Y mientras este se centra en cerrar tratos complejos, la IA filtra, calienta y canaliza leads que de otra forma jamás habrían levantado la mano.
¿Qué abordamos en Ready con nuestros clientes industriales?
- Chatbots entrenados para procesos complejos: no hablamos de “hola, ¿en qué puedo ayudarte?”, sino de sistemas que entienden lo que es un intercambiador de calor o una línea de fermentado en continuo.
- Conexión con CRM y automatización de la cualificación de contactos: si alguien muestra interés en una gama concreta, la información no se queda en el aire.
- Rutas guiadas para perfiles distintos: porque no es lo mismo hablarle a un jefe de mantenimiento que a un director técnico. El chatbot lo sabe. O debería.
Y sí, todo esto sin eliminar el toque humano. La IA calienta la conversación, no la cierra. Lo mismo que hace un buen comercial antes de pedir una reunión seria.
Entonces, ¿el comercial ha muerto?
Ni mucho menos. Pero el modelo sí ha cambiado. Ahora hay que asumir que:
- La primera interacción ocurre online.
- La velocidad de respuesta es crítica (y ahí la IA juega a su favor).
- El contenido tiene que estar preparado para informar, guiar y convencer, incluso cuando nadie está del otro lado.
Hoy, si tu web no responde, el cliente se va. Así de simple. No hay segundas oportunidades en Google. Y si encima aterriza en una página que parece hecha en 2004, con un PDF que tarda 12 segundos en abrir… es como llegar a una feria y ver el stand vacío.
¿Y qué pasa si no tengo ni chatbot, ni estructura de captación?
Pues pasa lo que lleva años pasando: el tráfico se va escapando, los contactos se van diluyendo y se pierden y el comercial sigue persiguiendo a quien ya tomó una decisión… con otro proveedor.
Pero lo bueno es que no hace falta rehacerlo todo de cero.
En Ready abordamos proyectos desde el punto en el que estés. A veces es cuestión de entrenar bien una herramienta, otras de repensar tu estructura de mensajes, o de dejar de esconder el botón de contacto como si fuera un tesoro.
La IA no va a cerrar una venta de 200.000 €. Pero puede ser la opción entre hablar con alguien… o ni saber que pasó por tu web.
Así que si tu comercial necesita una mano amiga que nunca duerme, nunca come y nunca se queja, igual es hora de dejar entrar algo de inteligencia artificial en el equipo. Prometemos que no cobra comisión.